ÁLBUM DE IMAGENES DE "MIRANDO HACIA ADENTRO"

Todas las imágenes originales producidas por "Mirando hacia adentro" han sido publicadas en un blog satélite llamado "Mirando hacia adentro. Álbum de imágenes".

DEUDA EXTERNA ARGENTINA ON LINE

La página norteamericana "usdebtclock.org" informa segundo a segundo la evolución de las deudas de los países. Vea online y en directo el REENDEUDAMIENTO ARGENTINO presionando AQUÍ.

Translate

jueves, 12 de julio de 2012

El campo cuenta porotos y apuesta a una devaluación, por Merino Soto (para “Miradas al Sur” del 08-07-12)



Miradas al Sur. Año 5. Edición número 216. Domingo 8 de julio de 2012

Por

Merino Soto

politica@miradasalsur.com

Alentados por la sequía en Estados Unidos, que disparó el precio de la soja, los productores venden en dosis homeopáticas y juegan con la esperanza de un mayor diferencial cambiario.

Desde hace diez días, el precio de la oleaginosa en los mercados externos no para de subir. Los precios que exhibe el poroto no son, ni más ni menos, que los de 2008, año en que el commodity alcanzó su precio récord, al pagarse US$ 609 la tonelada. Hoy, está a punto de quebrarlo. Sin embargo, los productores ofrecen pocos volúmenes, esperando alguna medida económica que les permita mayores márgenes de ganancia.
El primero de mayo, el poroto llegaba a los US$ 554, logrando así el mejor precio no sólo de 2012, sino, incluso, superando su mejor registro de 2011. Sin embargo, el raid alcista no se detuvo. Bastaron apenas sesenta días para que, nuevamente, el valor fuera quebrado y mostrara cotizaciones que sólo se vieron en plena burbuja financiera de 2008. Un año atrás, el productor vendía su producción a US$ 490. Sin embargo, la diferencia es aún mayor si se tiene en cuenta que en el inicio de la siembra (septiembre de 2011) la soja se pagaba a US$ 445, y llegó en diciembre del año pasado un piso de US$ 404. En síntesis: la mejora a la fecha es del 48 por ciento.

Las razones. El motivo del alza es porque en los Estados Unidos –primer productor mundial de soja– no llueve desde hace poco más de un mes. El panorama es negro. Se estima que el 50% de la cosecha estaría a punto de arruinarse. La única forma de remontar esa situación es con la llegada del agua. Pero, por ahora, sólo brilla el sol.
El productor argentino, conocedor de esta situación y de la alta volatilidad del mercado, apenas entregó sus porotos. Una situación tiene ya varias semanas. La prueba: que no se venden más 50.000 toneladas, volumen que si bien representan el triple de lo que se viene viendo en el mercado local está muy lejos de las 70.000 a 80.000 toneladas que suelen comercializarse cuando hay importantes precios. "Es que el productor espera el techo y especula con eso", dicen los analistas.
En rigor de la verdad, el objetivo de los productores es esperar para ver hasta dónde suben los valores. Siempre con la mira puesta en lo que ocurra en Estados Unidos, donde si llueve, los precios de los granos bajarán, lo que les permitirá a los productores tener un panorama de cara a la próxima campaña.
"Éstos son precios para vender, los productores no creen que la cotización haya llegado a un techo y siguen sin sacar la soja", explican los analistas. En pocas palabras, sigue sin haber interés por desprenderse de la oleaginosa. Algo es cierto, estos buenos valores que refleja la soja muestran a la fecha un importante avance de la entrega del producto destinado a la exportación y a la industria local.
Los datos de la Dirección de Mercados Agrícolas del Ministerio de Agricultura señalan que, a la fecha, los productores cedieron cerca de 28 millones de toneladas, sobre un total estimado de 40 millones. Aproximadamente, un 70 por ciento del total. Normalmente, este porcentaje no suele ser el 60 por ciento, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). De ese porcentaje, sólo le puso precio al 30 por ciento de la soja, un número similar a lo visto un año atrás (33 por ciento).

A dos bandas. Hoy, la soja disponible para vender se estaría agotando. Sin embargo, quedan unos 12 millones de toneladas en los campos. A números actuales, se trata de unos US$ 7.200 millones que, traducidos en derechos de exportación, representan unos US$ 2.500 millones para el fisco nacional.
Pero además de especular con el alza, los productores también especulan con el tipo de cambio. El productor se maneja entre el dólar oficial ($4,5) y el famoso blue ($6,2). Y si bien no recibe dólares a la hora de realizar la venta de sus granos, el commodity se convierte a pesos al tipo de cambio del momento. La cuenta es simple. Hoy, la soja, aplicados los descuentos por retenciones y comercialización, se paga a US$ 380 la tonelada. Si se hace la conversión con las cotizaciones mencionadas, el resultado es una ganancia del 34 por ciento si se tiene en cuenta el dólar ilegal.
Algo es cierto. En junio pasado, y según los datos publicados por el Centro de Exportadores de Cereales, la liquidación de divisas tuvo una caída respecto de 2011 del 17 por ciento. En otros tiempos solían vender rápidamente sus granos para hacer frente a deudas, como son los pagos de impuestos, insumos y demás vencimientos. En la actualidad, al decir de los hechos, la situación parece otra.

Perspectivas. En definitiva, a los productores rurales les conviene una moneda americana más cara, que les permita aumentar el poder adquisitivo de los dólares que sacan de sus cosechas. Esto, sumado a las fuertes alzas de la soja por los malos pronósticos que pesan sobre los campos estadounidenses, seguramente generará valores aún mayores. Una perspectiva que da para pensar que los porotos seguirán siendo más que buenos al tipo de cambio actual.
Si hablamos de devaluación, debemos pensar que, durante la década del ’90, el tipo de cambio de la convertibilidad fue la razón central para entender el crecimiento en el poder de compra de los productores pampeanos. Lo que hizo que haya una evolución productiva tanto en superficie como en la actividad. Tendencia que llevó al monocultivo y que significó luego la concentración económica y su aceleración.
El escenario del campo argentino se transformó a partir de 2001 debido a las políticas macroeconómicas que llegaron luego de la devaluación y la pesificación de los créditos. Esto originó un aumento de la rentabilidad de los productores pampeanos, donde la pesificación de las deudas y el 3 a 1 les permitió reubicarse en el espacio productivo.
El rasgo de los productores pampeanos capitalizados, comparados con productores de otras zonas, hace que tengan una capacidad de resistir ante a ciertas situaciones económicas.

Publicado en :

http://sur.infonews.com/notas/el-campo-cuenta-porotos-y-apuesta-una-devaluacion

No hay comentarios: