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miércoles, 31 de agosto de 2011

EL AUTOFRAUDE, POR RAÚL KOLLMANN (PARA “PÁGINA 12” DEL 31-08-11)



EL ESCRUTINIO DEFINITIVO LE OTORGO UN PORCENTAJE MAYOR A CRISTINA KIRCHNER
En las urnas había todavía más votos


En los números definitivos, la Presidenta pasó del 50,07 al 50,24 por ciento. Ricardo Alfonsín quedó confirmado como el segundo. El juez Blanco resolvió anular 273 urnas en la provincia, una cifra parecida a cualquier elección.

Por Raúl Kollmann


La diferencia entre Cristina Fernández de Kirchner y el segundo, Ricardo Alfonsín, fue de 8.148.006 votos. La Justicia nacional electoral terminó ayer el escrutinio definitivo de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) realizadas el 14 de agosto pasado. Tal como adelantó en exclusiva Página/12, el recuento definitivo no tuvo casi diferencias con el recuento provisorio dado a conocer la noche de los comicios y la Presidenta terminó sacando aún más cantidad de votos y todavía más diferencia con el segundo. CFK obtuvo 391.719 sufragios más que los registrados en el escrutinio provisorio y redondeó un porcentaje de 50,24, en lugar del 50,07. Se confirmó el segundo lugar de Alfonsín, que también aumentó votos, 94.674, y terminó con el 12,20 por ciento. Y el tercer puesto fue, como ya se señaló en el escrutinio provisorio, para Eduardo Duhalde, con el 12,12 por ciento. Hermes Binner confirmó su cuarto lugar con el 10,18; Alberto Rodríguez Saá obtuvo el 8,17 por ciento y se confirmó que Jorge Altamira superó el piso exigido con el 2,46 por ciento. El cómputo final que dio a conocer la Cámara Nacional Electoral (CNE) dio por tierra con las acusaciones de fraude o irregularidades señaladas por varios partidos de oposición en las últimas semanas.
En una conferencia de prensa realizada minutos después de que la Justicia informara los resultados, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, sostuvo que “contrariamente a lo que quisieron instalar algunos medios como Clarín y La Nación y algunos partidos opositores, los números reflejan con exactitud los datos que se dieron a conocer la noche de la elección. Esos medios y esos opositores no atacan a un gobierno ni a un partido político sino a la calidad institucional. Se ha faltado a la verdad para afectar un acto transparente”. El ministro recordó nuevamente que en 2009, cuando Néstor Kirchner fue superado por Francisco de Narváez por sólo dos puntos, el escrutinio provisorio fue dado a conocer muy temprano la noche de la elección.
Durante el día de ayer, el juez Manuel Blanco cerró el escrutinio en la provincia de Buenos Aires, el último distrito que faltaba y el más complejo porque no sólo se hicieron las elecciones provinciales unificadas con las nacionales sino que había numerosos candidatos por cada fuerza. En algunos distritos, como Quilmes, hubo 26 candidatos a intendente y muchas listas de concejales.
En el distrito bonaerense, la Presidenta terminó sacando el 53,35 por ciento de los votos, con Duhalde segundo con el 13,82 y Alfonsín se ubicó tercero con el 10,92. Los números son casi idénticos al escrutinio provisorio.
Después de mucho análisis, Blanco resolvió anular 273 urnas del total de 31.519. En algunas de esas urnas, ni siquiera los presidentes de mesa llenaron el acta de escrutinio. En otras, faltó la documentación. El magistrado resolvió entonces la anulación al tratarse del 0,86 por ciento de las mesas y teniendo en cuenta que los eventuales votos no hubieran definido ninguna postulación. Aún teniendo en cuenta esa decisión del juez electoral, los votos anulados sumaron 75.611, una cifra parecida a los 65.010 de la elección de 2007, mientras que los votos en blanco fueron esta vez 553.135 frente a 553.293 de la elección de 2007.
Tal como adelantó este diario, en la mayoría de los 24 distritos electorales CFK terminó aumentando sus votos y sus porcentajes. Siempre en proporciones mínimas, porque las diferencias entre el escrutinio provisorio y el definitivo fueron insignificantes. En la provincia en la que CFK bajó de manera más notoria fue en Chaco, pero las proporciones hablan por sí mismas: consiguió 60,98 por ciento en el provisorio y 60,35 en el definitivo.
Los jueces electorales estaban anoche conformes porque se terminó a tiempo un proceso nuevo y complicado. Los magistrados creen que, igualmente, las PASO se tienen que hacer con más tiempo, es decir que se requiere de una mayor cantidad de semanas para hacer el recuento definitivo, porque se trata de comicios complejos. Ayer se terminó el recuento y lo cierto es que quedan sólo cuatro días para la presentación de listas que, de acuerdo al Código Nacional Electoral, debe hacerse 50 días antes de la elección general. El sábado vencerá el plazo y previo a ello las juntas electorales de cada partido tienen que hacer las proclamaciones. También los jueces creen que hace falta mayor capacitación de las autoridades de mesa teniendo en cuenta que hay distritos con muchísimos candidatos por fuerza. Por último, la CNE ya ha dicho que se debe avanzar sobre un mayor control de la Justicia en el escrutinio provisorio, aunque éste no tiene valor legal.
También en el Ministerio del Interior y en la Dirección Nacional Electoral, a cargo de Alejandro Tulio, manifestaban su satisfacción porque finalmente el proceso se completó contra viento y marea y el escrutinio provisorio probó ser certero.
La oposición desató un fuerte cuestionamiento mediático de las PASO y del escrutinio provisorio durante las últimas dos semanas. Resultó asombroso porque no presentó ni una sola denuncia ante la Justicia electoral. Legisladores de distintas fuerzas concurrieron al juzgado de La Plata y ni siquiera le entregaron un escrito al juez Blanco. Lo único que hicieron los opositores en el terreno judicial fue la denuncia penal presentada el lunes por el candidato a gobernador de Duhalde, Eduardo Amadeo, contra seis presidentes de mesa por el contenido de los telegramas que sirvieron de base al escrutinio provisorio: seis de un total de 85.936. Y lo más llamativo es que se hace por telegramas que no tienen valor legal: lo que tiene validez real en una elección son las actas de escrutinio que firman las autoridades de mesa y los fiscales de las distintas fuerzas.
El juez Blanco sostuvo que hubo errores en los telegramas, pero que ello afectaba a todas las fuerzas. El titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, tuvo que ponerlo en su lugar señalando que el nivel de error en la Argentina era inferior al de casi todos los países. El escrutinio definitivo le dio la razón. Y lo cierto es que CFK sacó más votos y más diferencia de la ya inmensa ventaja que se anunció el domingo 14.





A pesar del consenso, la oposición traba la ley de tierras, por Santiago Eguía y Pablo Méndez Shiff (para “Tiempo Argentino” del 31-08-11)



Legisladores, dirigentes rurales y especialistas en derecho constitucional explicaron a ElArgentino.com por qué es relevante debatir el proyecto y repudiaron la actitud de dirigentes opositores. Mañana habrá un encuentro clave en Diputados.


31.08.2011 15.52


Ley de Tierras


Por Santiago Eguíay Pablo Méndez Shiff (@pableshiff)


El proyecto de ley que busca regular la compra de tierras por parte de extranjeros se encuentra trabado en la Cámara de Diputados debido a la negativa de sectores de la oposición para el debate.
La comisión de Legislación General (cabecera del proyecto) convocó para mañana a un plenario pero los titulares de las comisiones invitadas de Agricultura, Juan Casañas (UCR), y Asuntos Constitucionales, Graciela Camaño (PJ Federal), no llamaron a sus integrantes para participar.
Al respecto, consultado por ElArgentino.com, el diputado de Nuevo Encuentro, Ariel Basteiro, explicó: "Con Vilma Ibarra, que es mi compañera de bloque y preside la comisión de Legislación General, se convocó a una reunión conjunta con Agricultura y Asuntos Constitucionales, quienes hasta ahora se negaron a participar de las reuniones. Esto lo hicieron especulando políticamente, creyendo que las elecciones iban a plantear un escenario político distinto al que se terminó dando".
"Ahora el tema se puso en la agenda, y se generó un nivel de preocupación por parte de la sociedad. Los que se negaron a dar el debate ahora tienen menos margen para hacerse los boludos. Van a tener que bajar a discutir", agregó el legislador.
En tanto, Ibarra expresó: "Parece inexplicable ante la ciudadanía que se nieguen a debatirlo, no ya a acompañar un proyecto. Están obstaculizando e impidiendo el tratamiento".
"Nosotros mañana nos vamos a reunir y avanzar en un predictamen que exija en el recinto que se reúna el plenario de las comisiones", agregó la diputada.
Según confirmaron fuentes cercanas a la diputada Camaño, los integrantes de la comisión de Asuntos Constitucionales no asistirán al encuentro citado por Ibarra. Indicaron que hubo "un error" por parte de la titular de Legislación General en citar para un miércoles.
Sin embargo, esta es la cuarta convocatoria que se realiza para tratar el proyecto. Tanto Agricultura como Asuntos Constitucionales se negaron a asistir a los plenarios anteriores. Las mismas fuentes afirmaron que debido a "la actividad eleccionaria" no hubo tiempo. El ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez, participó del último encuentro.
Por su parte, el dirigente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Pedro Pereti, manifestó: "No me quisiera anticipar al tema, quisiera ver mañana el tema. Pero me parece una actitud negativa (que la oposición no se preste al debate), porque hay un amplísimo consenso social en estos proyectos, en ponerle límites a la extranjerización de tierras. Quien lo mire desde otro lugar y no ponga por encima los intereses de los argentinos se va a equivocar".
Sobre el texto en sí, el dirigente de FAA remarcó que el proyecto tiene un punto "muy importante, casi al mismo nivel que la extranjerización de la tierra que es la constitución de un catastro para saber quién es el dueño de la tierra. Eso me parece una actitud muy importante. Es uno de los secretos mejor guardados en la Argentina. Si eso se hace bien, es tan importante como la extranjerización. Nos vamos a llevar un montón de sorpresas".
Consultado por el registro de propiedad que plantea la normativa enviada por el Ejecutivo al Congreso, el abogado constitucionalista, Eduardo Barcesat, indicó: "Existen los registros de la propiedad provinciales, con muchas falencias. Y registran las operaciones, pero no por nacionalidad ni controlando nada, si es sociedad argentina o sociedad extranjera. Entonces, creo que si vamos a tutelar hay que hacerlo con seriedad".
En tanto, sobre las críticas que se plantearon a la no discriminación por cualidades de las tierras (si son o no productivas y en qué medida) a la hora de la venta, Barcesat respondió: "Son críticas que las entiendo. En su momento habíamos propuesto que fueran mil hectáreas de la zona núcleo o pampa húmeda o su equivalente en valor en otros puntos del país. Yo sé que las tierras en Formosa o Santa Cruz no valen lo mismo que en Pergamino. Pero en principio la ley va con esta limitación."Si la oposición quiere, o si los otros partidos sin ser oposición quieren, se puede incorporar el equivalente o valor equivalente en otras partes del país, me parece que no va a haber inconvenientes. Pero, en principio, la iniciativa viene con esta limitación -no vender más del 20 por ciento a extranjeros, ni sobrepasar las mil hectáreas por operación- que se entendió razonable", concluyó.También se sumó al apoyo de la normativa el candidato a presidente del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, quien consideró como una "necesidad urgente" la sanción de la ley, en declaraciones a Télam.Mañana a las 10 se realizará la reunión en la comisión de Legislación General de la Cámara baja con el fin de avanzar con el proyecto; los legisladores de Agricultura y Asuntos Constitucionales no participarán.

Publicado en :
http://www.elargentino.com/nota-155513-A-pesar-del-consenso-la-oposicion-traba-la-ley-de-tierras.html
Más información en :
Amplio consenso en Diputados por la ley de tierras
http://www.elargentino.com/nota-155641-Amplio-consenso-en-Diputados-por-la-ley-de-tierras.html

Binner apoyó la Ley de Tierras y pidió "estudiarla"
http://www.elargentino.com/nota-155649-Binner-apoyo-la-Ley-de-Tierras-y-pidio-estudiarla.html



CRISTINA AMPLIÓ LA VENTAJA EN EL ESCRUTINIO DEFINTIVO, por Equipo de Política de "Tiempo Argentino" 31-08-11.



El recuento confirmó que Ricardo Alfonsín quedó segundo y Eduardo Duhalde, tercero
Cristina amplió la ventaja en el escrutinio definitivo de las primarias


Publicado en TIEMPO ARGENTINO el 31 de Agosto de 2011
Por Equipo de Política


El ministro del Interior dio a conocer los números finales y refutó con pruebas a los opositores y los medios que alimentaron las sospechas de fraude. La presidenta sumó 391.179 votos más que los contabilizados el 15 de agosto.



El ministro del Interior Florencio Randazzo dio a conocer ayer los datos del escrutinio definitivo. Las fórmulas más votadas fueron: Cristina Fernández (FPV), con el 50,21%; Ricardo Alfonsín (UDESO), con el 12,20%; Eduardo Duhalde (Unión Popular), con el 12,12%; y Hermes Binner (FAP), con el 10,18%. El ministro del Interior subrayó la mínima diferencia entre el escrutinio provisorio confeccionado por su cartera y el definitivo realizado por la Justicia Electoral (una brecha ínfima, del 0,03 %), y acusó a los diarios Clarín y La Nación y a buena parte de los dirigentes de la oposición de haber participado de una operación “atentatoria contra la democracia y la calidad institucional” al haber denunciado, sin fundamentos, “graves irregularidades” en los comicios.

El funcionario, además, criticó al juez bonaerense Manuel Blanco, el único magistrado que alimentó las sospechas sobre el acto electoral.Los anuncios se produjeron en una conferencia de prensa en la Casa Rosada. Las críticas de Randazzo a la prensa generaron un contrapunto con los periodistas que, en ese caso, representaban a los dos diarios de mayores ventas en el país. “¿Vamos a tener que pedirle permiso al gobierno para publicar las denuncias de la oposición?”, le preguntó uno de ellos. “No tienen que pedirle permiso a nadie, tienen que tratar de buscar la verdad con objetividad”, le respondió el ministro. En su exposición, acompañada por imágenes con los titulares de la prensa desde el 14 de agosto hasta el día de ayer, Randazzo destacó una y otra vez que el resultado de los dos escrutinios fue coincidente y que la fórmula encabezada por Cristina Fernández sacó 391.179 votos más que los que fueron comunicados el 15 de agosto por el Ministerio del Interior.

Las sospechas sobre el escrutinio habían sido alimentadas por el duhaldismo y el radicalismo –los dos diarios las amplificaron generosamente–, que 24 horas después de las elecciones anunciaron el hallazgo de distinto tipo de irregularidades. Miguel Ángel Toma, de hecho, le dijo a Tiempo Argentino por esas horas que habían descubierto “monstruosidades”. +

A esas acusaciones, que nunca llegaron a oficinas judiciales, le siguió la denuncia del juez Manuel Blanco, quien señaló que en el recuento de votos se habían registrado “grandes errores”.Randazzo recogió las críticas de Blanco. Y se defendió. Subrayó que es la justicia quien selecciona a las autoridades de mesa y la que los capacita. Y que fueron esas autoridades las que confeccionaron mal algunos de los telegramas, no los fiscales partidarios. “Se tomaron algunos telegramas para tratar de empañar un acto electoral que fue excepcional”, dijo. Según el escrutinio definitivo, Cristina Fernández, en la provincia de Buenos Aires –área de competencia del juez Blanco–, sacó 231.774 sufragios más que en el escrutinio provisorio.

El ministro también informó que los 83.700 telegramas que se firmaron en los últimos comicios fueron “por primera vez” digitalizados y puestos a disposición de los partidos políticos, y de la ciudadanía en general. Randazzo diferenció la actitud del juez Blanco de la que tomó el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, a quien elogió por su “hombría de bien”.“Fue un ataque a la calidad institucional. No queremos dejar pasar por alto la irresponsabilidad de ciertos medios de comunicación y de buena parte de los dirigentes de la oposición en una operación claramente atentatoria contra la democracia y la calidad institucional”, señaló Randazzo.

El ministro dedicó buena parte de su exposición a mostrar en una pantalla artículos y portadas de los diarios que cuestionó.

Las imágenes daban cuenta de cómo habían destacado esos medios las denuncias sobre maniobras de fraude. Randazzo explicó su decisión de polemizar con los medios porque , explicó, “del 14 a la fecha todo lo que se dijo fue absolutamente falso. Hay un país virtual y otro país real.” El ministro del Interior recordó, a su vez, lo ocurrido durante las elecciones legislativas de 2009, cuando Néstor Kirchner fue derrotado en la provincia de Buenos Aires por Francisco de Narváez. Randazzo explicó que aquella vez los diarios hablaban de la posibilidad de un fraude y luego se tuvieron que desdecir cuando el empresario colombiano ganó por una diferencia mínima. “Es bueno recordarlo por Néstor Kirchner, tantas veces criticado por la calidad institucional, quien hizo tanto por la democracia, y reconoció su derrota a las once de la noche. Hubiéramos querido una actitud similar de los dirigentes de la oposición y de los medios de comunicación”, apuntó.


martes, 30 de agosto de 2011

Un Sur para los que perdieron el Norte, por Gabriel Bencivengo (para “Miradas al Sur” del 28-08-11)


Arriba : Para el álbum regional. Los cancilleres avanzaron en las estrategias de blindaje. (TELAM)


Miradas al Sur.Año 4. Edición número 171. Domingo 28 de agosto de 2011
Por
Gabriel Bencivengo
gbencivengo@miradasalsur.com


Encuentro de cancilleres de la Unasur. En la búsqueda de un nuevo paradigma económico, el foro dio otro paso hacia la revisión de la arquitectura financiera regional. La próxima cita: la cumbre presidencial de Asunción.


Las diferencias son notables. Mientras la mayoría de los 17 premios Nobel de economía reunidos en la pequeña ciudad alemana de Lindau se inclinaron por enfocar la crisis desde una óptica ortodoxa que incluye, en muchos casos, las ya clásicas recetas que apelan a la austeridad fiscal, los países de América latina afirman la necesidad de un cambio de paradigma y subrayan el rol del Estado para sortear la crisis que se generó en el Hemisferio Norte y que, ahora, amenaza con saltar las fronteras de Estados Unidos y Europa para instalarse, por la vía financiera y comercial, en todos los rincones del planeta. Ni la solitaria voz de Joseph Stilitz –que pregona la “vida después del default”– ni la exitosa “experiencia argentina” –que confirma su prédica– parecen suficientes para que académicos, políticos, banqueros y empresarios ligados a la arquitectura mundial que alumbró el Consenso de Washington revisen su posición.Yo estoy al derecho… Frente al panorama, sombrío por demás, los países de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) dieron un nuevo paso hacia la integración regional. Esta vez fueron los cancilleres los que avanzaron mediante la aprobación del Estatuto del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas. De ahora en más, de cara a la próxima cumbre de presidentes, que se hará en Asunción del Paraguay a fines de octubre o principios de diciembre, los tres equipos técnicos conformados deberán elevar conclusiones y propuestas para desdolarizar el intercambio intrazona, consolidar una banca regional de desarrollo y coordinar el uso de los 550 mil millones de dólares en reservas que atesoran los bancos centrales.“Trabajaremos con el objetivo de preservar el mercado suramericano frente a la crisis y la volatilidad financiera”, dijo el viceministro de Economía, Roberto Feletti, quien ofició de vocero tras el encuentro de cancilleres. En la cartera subrayan que pese al poco tiempo transcurrido desde la cumbre de Lima, en ocasión de la asunción de Ollanta Humala, es mucho lo que se avanzó. Aunque el grado de institucionalidad de la Unasur dista mucho del deseado, todos los actores coinciden en que el foro se ha revelado como la herramienta más idónea para resolver los problemas de la región. Una eficacia que se puso a prueba en el terreno político con las crisis institucionales que registraron Bolivia y Ecuador y que, ahora, tiene un desafío en el terreno económico: revisar toda la arquitectura financiera de la región.


¿Dolar go home?


La idea que flota entre los economista y que comenzó a gestarse con la crisis de las subprime para terminar de consolidarse ante una posible doble recesión, es que el dólar ingresó en un período de declive. De allí que muchos especialistas vean con buenos ojos la posibilidad de consensuar mecanismos de pago en monedas locales. Se trata de un diseño que Argentina y Brasil pusieron en marcha en octubre de 2008 mediante el denominado Sistema de Pagos en Moneda Local (SML); esquema similar al Sistema Único de Compensación Regional (Sucre) recientemente adoptado por Venezuela, Bolivia, Cuba y Nicaragua.Según Pedro Páez Pérez, embajador plenipotenciario del presidente Rafael Correa, tanto el SML como el Sucre son “modelos modulares y portables”; es decir: compatibles, incluso, con el acuerdo tipo swaps de facilidades extendidas que firmaron los bancos centrales de nuestro país y China en marzo de 2009 para facilitar el comercio bilateral sin necesidad de recurrir al dólar. Según el economista –uno de los primeros en pensar nuevas regulaciones heterodoxas para impulsar el desarrollo regional–, el esquema cobraría vigor una vez que los bancos centrales de América latina acuerden pautas de coordinación para el uso de sus reservas. A diferencia del euro, signado por las restricciones del Tratado de Maastrich, el sistema resguardaría las autonomías monetaria y fiscal de cada país.


El Banco del Sur.


“Los países que firmamos el acta constitutiva nos comprometimos para acelerar su concreción y, al mismo tiempo, fortalecer la Corporación Andina de Fomento (CAF)”, señaló Feletti luego de la cumbre de cancilleres. El objetivo responde a la resistencia de los países centrales, en especial del Congreso de Estados Unidos –acorralado como la Casa Blanca por el Tea Party–, a capitalizar el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Pero también a que ambos organismos, ganados por el Consenso de Washington y alejados de la matriz de Bretton Woods, dejaron de lado sus roles de banca de fomento para desempeñarse –condicionalidades mediante– como poleas de transmisión del recetario neoliberal.Con relación al Banco del Sur, su diseño y objetivo no implica romper con organismos internacionales como el BID. Mucho menos con la CAF, que cumplió un rol destacado durante los meses que siguieron a la contracción crediticia simbolizada por la quiebra de Lehman Brothers. El objetivo ni siquiera es antagónico con las instituciones pequeñas, medianas y grandes que ya existen en la región; como el Banco de Desarrollo de Brasil (Bndes), que acumuló en el primer semestre de este año desembolsos por casi 60 mil millones de reales. En los hechos, la carta del Banco del Sur contempla categorías de socios que incluyen la posibilidad de que el BID y la CAF puedan participar.En otras palabras: lo que hacia 2007 fue vendido por el establishment financiero ligado a la banca trasnacional y la burocracia del Fondo Monetario Internacional (FMI) como una punta de lanza contra la tradicional arquitectura financiera se constituiría en un factor de apalancamiento de los recursos existentes. Un proyecto tan retrasado como necesario para abordar obras regionales de infraestructura de gran envergadura. Se trata, en definitiva, “de encontrar y poner en marcha nuevos paradigma que sirvan para restablecer el equilibrio entre Estado y mercado, pero también entre los diferentes países y bloques de poder regional”, tal como destacó la presidenta Cristina Kirchner


Sumar reservas.


Que la banca central puede ser en cierta medida autónoma, pero nunca extraterritorial puede sonar a verdad de Perogrullo en las actuales circunstancias. Sin embargo, la idea aún está lejos de tener el suficiente consenso en América latina. La visión, no obstante, ganó terreno en los últimos tres años y devolvió al primer plano al Fondo Latinoamericano de Reservas (Flar), creado en 1978 y conformado por Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú, Uruguay y Venezuela. Sus objetivos son apoyar la balanza de pagos, mejorar las condiciones de inversión de las reservas internacionales y, además, contribuir a la armonización de las políticas cambiarias, monetarias y financieras de los países miembro.En este caso, lo que está en juego es la posibilidad de establecer un fondo para que los bancos centrales de la región puedan acceder con rapidez y sin condicionalidades a un sotck de intervención en caso de ataques especulativos contra sus monedas. Un riesgo cada vez más probable por la volatilidad que registra el sistema financiero global, aun cuando muchos países de la región –entre ellos la Argentina– mantienen restricciones sobre los flujos especulativos. El beneficio, según los especialistas, sería múltiple ya que, al generar un mercado de títulos públicos que reduciría el nivel de reservas óptimo, liberaría recursos para capitalizar una banca de fomento regional.


La próxima cita.


“Hay espacio para un nuevo marco de pensamiento económico; las actuales teorías fallaron en anticipar la crisis y, cuando ésta se produjo, dijeron que la crisis estaba contenida o que se debía a problemas exógenos. Nada de eso resultó verdad”, afirmó Stiglitz en Lindau. Su percepción, sin duda, coincide con la visión dominante en América latina. El desafío está claro. De ahora en más, se tratará de construir mediante una nueva arquitectura financiera las condiciones para el desarrollo regional. El camino, aseguran quienes trabajan en el tema, se verá más claro luego de la próxima cumbre presidencial de la Unasur que tendrá lugar en Asunción del Paraguay



El liderazgo político generó una industria fuerte y sustentable, por Débora Giorgi (para “Miradas al Sur” 28-08-11)

Arriba : La industria está en condiciones de generar un millón y medio de puestos de trabajo en una década



Miradas al Sur. Año 4. Edición número 171. Domingo 28 de agosto de 2011
Por
Débora Giorgi, ministra de Industria de la Nación
politica@miradasalsur.com


Por ser repetida, esta afirmación no pierde contundencia: desde 2003 Argentina transita el período de reindustrialización más fuerte de las últimas décadas. Néstor Kirchner impuso un nuevo paradigma político económico que defiende e impulsa la producción nacional y el trabajo argentino. Los resultados trascienden lo estadístico y forman parte de la realidad cotidiana: más fábricas, más trabajo, mejores sueldos, más inclusión, más consumo, más obra pública y una distribución más equitativa de la riqueza.Los datos reafirman esa realidad: hoy tenemos dos veces la industria que teníamos hace ocho años, generamos un millón de puestos de empleos industriales, aumentamos la productividad, más que duplicamos el valor agregado por trabajador y exportamos nuestros productos manufacturados en mayor cantidad y a más destinos.Cristina profundizó el modelo y ejerció el liderazgo político que permitió que la Argentina atravesara indemne la crisis económica financiera mundial de 2008. El rebrote actual de la debacle de las potencias mundiales vuelve a interpelar el modelo productivo nacional, y no daremos un paso atrás en nuestro proceso de industrialización.La Presidenta garantiza más que nunca el compromiso de defender el crecimiento del mercado interno y tiene la firmeza para impedir que entren productos que puedan dañar un solo puesto de trabajo argentino. El contexto internacional actual significa una enorme oportunidad para nuestro país, que está muy bien plantado para enfrentar la crisis.Las recetas de déficit cero que busca el mundo ya las hemos sufrido en nuestro país, y sabemos que sólo conducen a más ajustes al bolsillo de la gente y defienden los intereses de quienes concentran la riqueza, los especuladores y las entidades financieras. A los dirigentes de los países desarrollados les falta la valentía y el liderazgo que tuvieron Néstor y Cristina para poner al país de pie a través de un proyecto basado en el desendeudamiento, la producción y el trabajo.El próximo viernes celebraremos un nuevo Día de la Industria con el orgullo de estar de pie. Hoy parece fácil, pero en el momento en que el país se hundía había que tener mucha valentía para tomar decisiones que finalmente nos condujeron a la realidad que tenemos hoy, había que entender que la inversión en infraestructura tanto productiva como social no era un gasto sino las bases para una sociedad más justa.Contra los agoreros de siempre, se decidió pagar la deuda con reservas y se estatizaron los fondos de las Afjp: dos medidas paradigmáticas de este gobierno. Así entendimos que las decisiones se toman desde la Argentina y para los argentinos, sosteniendo el histórico lema de soberanía política, libertad económica y justicia social.Este modelo generó el compromiso de todos y por fin el Estado presente, junto a empresarios y trabajadores, le dio sustentabilidad al crecimiento. Las inversiones, que crecieron en promedio al 18% anual, generan más capacidad productiva, más trabajo y más ingresos; un círculo virtuoso donde la inversión amplía el mercado interno y a su vez responde al aumento de la demanda.El proceso de sustitución de importaciones avanza en forma consolidada: en el primer semestre de 2011 Argentina sustituyó 4.000 millones de dólares de importaciones y en el año esa cifra superaría los 8.000 millones.Logramos que la industria argentina se ponga de pie y desarrollamos el Plan Estratégico Industrial Argentina 2020 para seguir creciendo y desarrollar todo nuestro potencial hasta consolidar definitivamente la industria como herramienta para lograr la justicia socialLa industria argentina está en condiciones, en los próximos 10 años, de generar al menos 1.500.000 puestos de trabajo industriales, duplicar su producto industrial, exportar casi 140.000 millones de dólares y sustituir importaciones en un 45%. Vamos a trabajar, con más compromiso que nunca, para llegar a estas metas.”


Por Débora Giorgi



• ARGENTINA 2020.


Un ámbito permanente para concretar la industria del futuroEl Plan Estratégico Industrial 2020 tendrá un ámbito específico y permanente en el Ministerio de Industria que conduce Débora Giorgi. Según se informó, será de carácter ejecutivo y desarrollará los objetivos surgidos en los debates concretados por las cadenas de valor de los sectores convocados. El financiamiento lo aportaría el Banco Interamericano mediante recursos no reembolsables o programas de fortalecimiento institucional. Las alternativas las estudiaron Giorgi y el titular de la entidad, Luis Alberto Moreno, durante el encuentro que mantuvieron esta semana. Giorgi y Moreno coincidieron en la relevancia de establecer un equipo técnico multisectorial que trabaje en forma permanente en función de los objetivos de mediano y largo plazo planteados por el Estado, las empresas y los trabajadores. “La idea es que este organismo funcione a nivel federal para que las economías regionales aumenten la agregación de valor en territorio”, dijo Giorgi.


Por diario “El Argentino”



lunes, 29 de agosto de 2011

Las claves de una relación que trasciende la región pampeana, por Merino Soto (para “Miradas al Sur” 28-08-11).



Miradas al Sur Año 4. Edición número 171. Domingo 28 de agosto de 2011
Por
Merino Soto
octubre@miradasalsur.com


En las charlas con el Gobierno nunca conseguimos nada.” La frase fue la más escuchada de boca de los dirigentes rurales durante el conflicto por la Resolución 125. Pero, claro, el tema a solucionar siempre se centraba en la baja de las retenciones a la soja. Sin embargo, el ombligo del campo no está en la región pampeana. Las actividades que involucran a una mayor cantidad de productores tienen que ver con las economías regionales y la agricultura familiar.La ayuda del Estado empezó por la rebaja de los derechos de exportación, que pasaron del 28 al 23 por ciento para el trigo y del 25 al 20 por ciento para el maíz, medidas que significaron un costo fiscal de 500 millones pesos. El sector frutihortícola también se benefició; es este caso con una disminución del 50 por ciento de las retenciones –150 millones de costo fiscal–. Otro ejemplo: la eliminación total de las retenciones a la leche en polvo, que se tradujo en una transferencia de 300 millones de pesos al tambero. Además, entre 2008 y 2009, el Gobierno destinó un total de 3.600 millones a agricultores y productores ganaderos, en especial a los más pequeños.Las ayudas no terminaron allí. También las hubo impositivas, como la declaración de la Emergencia Agropecuaria, que en trece provincias se tradujo en diferimientos y refinanciación de pasivos con el Banco Nación con costo fiscal de 1.500 millones. Si de compensaciones se trata, hay que destacar las que beneficiaron al sector lácteo. Tras la crisis financiera de 2008, la cotización de la leche en polvo cayó más de un 50 por ciento. El Estado se hizo cargo y destinó más de 600 millones para subsidiar 10 centavos por litro a los tamberos de menos de 3.000 litros diarios. Luego se sumaron 60 millones para los más pequeños, y por último 200 millones para la cría de terneros machos overos de tambo.Este año, además, se anunciaron créditos para el campo por un total de 2.280 millones destinados a la producción triguera, lechera, vitivinícola, porcina y a la industria molinera. Los préstamos se concretaron a través el Banco Nación mediante un esquema de tasa subsidiada. En el caso de los productores trigueros con una tasa cero para que el productor no malvendiera y pudiera retener su cosecha hasta encontrar el precio correcto. Pero hay más. El Plan Federal de Ganados y Carnes significó créditos por 840 millones, que se agotaron en seis meses. Las buenas perspectivas hicieron que los ganaderos los destinaran a la compra de alimentos.Pero no todo es carne, leche y granos. El Estado nacional también acudió en ayuda de los más pequeños. Las economías regionales, por ejemplo, recibieron entre 2009 y 2010 más de 350 millones para fomento y financiamiento de proyectos de infraestructura, equipamiento y logística que beneficiaron a 24.000 productores, que se suman a los 2.200 chacareros productores peras y manzanas que, entre 2007 y 2010, recibieron 166 millones para paliar los problemas derivados de las inclemencias climáticas y de las viscitudes económicas del mercado.Por último, cabe destacar, en esta apretada síntesis, la creación del Registro Nacional de la Agricultura Familiar; además de la puesta en marcha del Monotributo Social, una forma de que los pequeños productores puedan ingresar a la economía formal. En total, para estos dos sectores se desembolsaron 1.386 millones que beneficiaron a 305.518 familias y a unas 200 pymes.En definitiva, la ayuda al campo asciende, hasta la fecha, a 8.286 millones. Ayuda que el productor supo interpretar y expresar en su voto el pasado 14 de agosto.Nadie puede decir que el Estado nada hizo por el sector. Si cometió errores, buscó repararlos. Es ahí donde uno advierte cómo el Estado va en defensa aun de aquellos que muchas veces no comprenden que es el Estado su principal aliado, y no su enemigo. Muchas veces, protegiendo al más pequeño del más grande.

Publicado en :
http://sur.elargentino.com/notas/las-claves-de-una-relacion-que-trasciende-la-region-pampeana


Norma Giarracca : “El campo votó a Cristina porque le va muy bien”, entrevista de Eduardo Anguita (Miradas al Sur 28-08-11)



Miradas al Sur. Año 4. Edición número 171. Domingo 28 de agosto de 2011

Por
Eduardo Anguita
eanguita@miradasalsur.com


La socióloga Norma Giarracca analiza las razones del apoyo del campo al Gobierno Nacional en las elecciones primarias y provinciales. Además, el rol de la Mesa de Enlace y el modelo sojero en la visión de la especialista.


Es absurdo asombrarse como hizo la sociedad, o al menos una buena parte de ella, por el masivo apoyo que expresó el campo hacia la Presidenta. Y digo que es absurdo porque, al fin y al cabo, sería lo mismo que interrogarse sobre las razones por las cuales los científicos votan a la Presidenta. La política agraria, como la científica, es una política de Estado que ha favorecido al sector desde el 2003”, dice Norma Giarracca, profesora de sociología rural en las Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires e investigadora del Instituto Gino Germani. Entrevstada en el programa Hoy más que nunca, que se emite por Radio Nacional, Giarracca admitió, sin embargo, que el enfrentamiento ocurrido durante 2008 y 2009 entre el sector agropecuario y el Gobierno Nacional resulta, todavía hoy, una coyuntura difícil de entender. “Sin duda, la situación le restó al Gobierno apoyo en las zonas rurales en las legislativas de 2009. No obstante, incluso en pleno conflicto, los productores reconocían que meses atrás habían votado por Cristina. ¿Por qué volvieron a votar al Gobierno en las elecciones de este año? Porque, realmente, tienen una serie de ventajas y les va muy bien”, aseguró la especialista. Entre las ventajas destacó la suba de los precios internacionales y la gestión del ministro de Agricultura, Julián Domínguez. “Supo ordenar la relación con el sector”, subrayó Giarracca.


Eduardo Anguita–¿Y el rol de la Mesa de Enlace durante el conflicto?


Norma Giarraca–Un papel absurdo. Los dirigentes corporativos como Volando, Alchourrón o Bonetto, dejando de lado la etapa anterior al golpe del ’76 y la dictadura, hacían paros y tractorazos. Sin embargo, siempre dialogaban con el funcionario de turno sobre los problemas del sector. Esta vez, los señores de la Mesa de Enlace se convirtieron en algo así como sujetos políticos, aunque no lo son, y se vincularon con partidos políticos, con la Iglesia, el periodismo… Se los veía todos los días en la televisión y tomaron una dimensión que, como dirigentes, no tienen. Biolcati debió pensar que podía seguir dirigiendo la conducta de los productores. Le puedo asegurar, porque los conozco muy bien, que los productores tienen un sentido práctico del trabajo y de la vida. Les va bien y apoyaron al Gobierno que ellos consideran que los beneficia. Esa es la verdad.


E.A.–Si uno atraviesa cada familia por su historia, seguramente encontrará identidades partidarias. Pero esas identidades se diluyen a nivel sectorial. ¿Ocurre lo mismo en otros ámbitos sociales?


N.G.–Seguro. La cuestión de los partidos políticos, como entidad política fuerte de las personas o las familias, ha perdido peso. Hay nuevos reagrupamientos. Es cierto que había zonas de la pampa gringa donde el radicalismo tenía un fuerte arraigo, pero hace tiempo que no es así. Hay zonas de Tucumán, por ejemplo, que eran muy peronistas y, sin embargo, en determinados momentos no votaron al peronismo. La gente se está reagrupando políticamente. No digo que el factor económico sea el único, pero para el productor agrario es determinante. Lo que no vieron Biolcati y Buzzi es que al sector agrario le va muy bien. Alcanza con comparar la situación actual con la década del noventa. Digo esto sin estar totalmente de acuerdo con el modelo que se fomenta.


E.A.–¿Qué modelo es éste, en el cual predomina la soja y la expansión de la frontera agropecuaria detrás de la cual viene el desmonte? Algunos hablan de oligarquía…


N.G.–Lo que algunos llaman oligarquía, lo que tradicionalmente se agrupa en la Sociedad Rural Argentina, no creo que haya votado a Cristina. Ése sí es un voto ideológico. No creo que los amigos de Biolcati, que son pocos, porque la Sociedad Rural Argentina tiene unos dos mil socios, la hayan votado. Los que sí votaron a Cristina son los llamados nuevos sujetos; es decir: los grandes terratenientes concentrados que, generalmente, trabajan en pooles de siembra. Creo, aunque no podría asegurarlo, que esta gente tiene un comportamiento de capitalista avanzado. Vota por sus intereses. No dudan en darse vuelta si sus intereses están mínimanente amenazados. Son los que durante el conflicto estuvieron callados. Lo que a todos nos asombró fue la posición de la Federación Agraria. En lo personal quedé tan asombrada que pusimos gente becada a estudiar los cambios dentro de las bases de Federación Agraria para entender el fenómeno….


E.A.–Volvamos al tema del modelo…


N.G.–Tengo críticas. Espero que después del fuerte apoyo político que recibió, el Gobierno se meta en esta cuestión. Pero no de la manera en que lo hizo en 2008. Entiendo que hay que ir limitando el modelo, saliendo del modelo… Se necesita una ingeniería política muy habilidosa para las producciones que no están atadas al modelo sojero. Es la única forma de parar la expansión indiscriminada de la frontera y terminar sus efectos negativos. Le dejo un dato: Monsanto está por sacar al mercado una semilla que necesita menos de 400 milímetros de lluvia. Me parece que es ahí donde hay que dar con una política alternativa.


Alperovich logró la reelección con un abrumador triunfo en Tucumán, por Felipe Yapur (para “Tiempo Argentino” del 29-08-11)




ELECCIONES 2011. satisfacción del gobierno nacional por el resultado en el distrito


Publicado en TIEMPO ARGENTINO el 29 de Agosto de 2011
Por Felipe Yapur


Desde Tucumán




El actual gobernador provincial superaba anoche el 72% de los votos y se aseguraba un nuevo período al frente del Ejecutivo. La presidenta lo felicitó por teléfono y envió a los ministros Randazzo y Boudou a acompañar los festejos.

José Alperovich obtuvo su re-reelección. Los datos, al cierre de esta edición, le atribuían el 72,23% de los votos y dejaban al candidato radical, José Cano, en un lejano segundo lugar con un escaso 12,35%, similar al obtenido en las primarias del 14 de agosto. “Agradezco a todos los que me votaron. Los que vieron el cambio que se vivió en Tucumán, se lo debemos a un amigo que ya no está, como es Néstor Kirchner”, aseguró Alperovich ante un superpoblado Salón Blanco de la casa de gobierno local. Lo acompañaban el candidato a vicepresidente Amado Boudou, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, el titular de la ANSES, Diego Bossio y el secretario de Obras Públicas, José López.
Con este resultado, el mandatario –que llevó como candidato a vice al actual ministro de Salud de la Nación Juan Manzur– se convirtió en el primer candidato en ganar tres veces seguidas las elecciones a gobernador de Tucumán, resultado que le permitirá seguir al frente del Poder Ejecutivo hasta 2015, y de esa forma completará un proceso de 12 años al frente del Ejecutivo provincial.
Poco antes de enfrentar a los medios, Alperovich recibió el llamado de la presidenta Cristina Fernández. Ella lo felicitó, el mandatario le agradeció y le recordó que mucho de lo alcanzado en la provincia se lo debe a Kirchner pero también a ella. Luego Alperovich lo repitió ante los medios. Cuando lo decía, sonreían a su lado las visitas del Gabinete nacional.
Randazzo no sólo felicitó al triunfador, al pueblo tucumano, sino también envió un mensaje a la otra fórmula kirchnerista que participó de las elecciones y que encabezó la diputada nacional Stella Maris Córdoba. Anoche, la candidata de Proyecto Popular disputaba el tercer lugar con Ricardo Bussi, el hijo del genocida Antonio Bussi.
El ministro del Interior consideró que Alperovich “supo profundizar el modelo con crecimiento, inclusión y mayor igualdad”. Boudou, en tanto, consideró que el triunfo del actual mandatario se debe no sólo a las políticas macroeconómicas que lleva adelante la administración nacional, sino a que también “son aplicadas por buenos gobernadores como Alperovich”.
Afuera, la noche tibia tucumana transcurría con tranquilidad. No había manifestaciones de alegría, lo que contrastaba con el caudal de votos que recibía el candidato triunfante. Más del 85% de los tucumanos concurrió a votar. Un porcentaje apenas mayor al de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del pasado 14 de agosto. En aquel día, la fórmula de Cristina Fernández obtuvo el 65%. Alperovich consideraba que sería conveniente tener un porcentaje similar, pero todo indica que superaría a la presidenta. De todas formas, el dato anticipa lo que puede ser el resultado de las presidenciales de octubre en este distrito.
A pesar de lo que sucedía en las calles tucumanas, en la Casa de Gobierno local había festejos en el Salón Blanco. Hasta allí llegaron funcionarios y familiares antes que los candidatos. Es que muchos de ellos se disponían a pasar la noche en el centro de cómputos. La complejidad de la elección tucumana, donde participaron un sinnúmero de listas acople, volvió engorroso y lento el escrutinio.
Al cierre de esta edición, ninguno de los candidatos de la oposición había reconocido el triunfo de Alperovich. No importaba mucho, sobre todo si se tenía en cuenta que el ánimo en los diferentes comandos de campaña parecía más el de un velorio que el de una fiesta electoral.
La oposición apostaba no ya a ganar los comicios sino a poder tener una representación parlamentaria que les permita equilibrar la correlación de fuerzas. Hacia allí apuntaron incluso los discursos de los referentes nacionales que vinieron a respaldar la candidatura del radical José Cano. Sin embargo, y según los primeros números que se conocieron cerca de la medianoche, el Frente para la Victoria se encaminaba a quedarse con los dos tercios de la Legislatura unicameral. Si se pretendía que estos comicios se convirtieran en una prueba piloto para la oposición, con miras a las elecciones presidenciales, es muy probable que los resultados hayan generado más de un disgusto.
La jornada electoral fue frenética y no sólo dentro de las escuelas por la fuerte participación popular, sino también fuera de ellas. Es que la proliferación de listas de acople llevó a que cada candidato invirtiera en autos, remises y hasta motos para poder trasladar a todos aquellos que lo votarían. Sin duda, el sistema implementado en Tucumán que buscó mejorar la vieja Ley de Lemas, está lejos de ser el ideal. Sobre todo porque este sistema prioriza la tarea individual del candidato a legislador, concejal e incluso a intendente que se acopla con su lista a la fórmula de gobernador.
Tucumán le dio una nueva alegría a la presidenta en particular y al Frente para la Victoria en general. Es el primer comicio que se realiza después de las primarias y, como se entusiasman los kirchneristas locales, es el anticipo de lo que será el triunfo de Cristina Fernández el próximo 23 de octubre. <
Las cifras
85% fue el porcentaje de electores tucumanos que concurrieron a votar, sobre un padrón de 1.014.067 ciudadanos habilitados. Un nivel superior al de las primarias.
72,23% obtenía al cierre de esta edición el candidato kirchnerista y actual gobernador de Tucumán José Alperovich, con lo que se aseguraba un tercer mandato al frente del Ejecutivo.
12,35% El radical José Cano, candidato por el Acuerdo Cívico y Social, se ubicaba segundo con un caudal de votos similar al obtenido en las Primarias Obligatorias del 14 de agosto.
Publicado en :
http://tiempo.elargentino.com/notas/alperovich-logro-reeleccion-con-abrumador-triunfo-tucuman

LA REVOLUCIÓN COMUNICACIONAL : EL PODER DE LOS MONOPOLIOS, por José Pablo Feinmann (para "Tiempo Argentino" 28-08-11)



Domingo 28 de agosto de 2011 . TIEMPO ARGENTINO


La revolución comunicacional (Por José Pablo Feinmann)


El tema elegido es un tema central en el mundo en que vivimos: los medios de comunicación. En el siglo XIX, Marx profetizó una revolución que puso en manos de una clase social: el proletariado. Esa clase social iba a funcionar como una clase redentora de la historia. El proletariado industrial que Marx creía que iba a ser el proletariado industrial británico, iba también, junto a la unión de otros proletariados de otros países, a llevar a la humanidad a una sociedad sin clases, sin explotadores ni explotados, en la cual el cordero dormiría junto al león.

Esa revolución, el proletariado la iba a hacer contra la burguesía. Así como la burguesía había hundido al feudalismo, el proletariado habría de hundir a la burguesía.

Sin embargo, no pasó así. Más bien, quien hundió al proletariado –aun no del todo pero en eso todavía está muy empeñada- fue la burguesía capitalista. La misma que a partir del 1989, cuando cae el Muro de Berlín y se establecen los 10 puntos del Consenso de Washington y se lanza la etapa neoliberal, hace finalmente la revolución. Pero la revolución no consiste tanto en haber derrotado al comunismo sino en alzar triunfalista el poder de los medios de comunicación.

Primera conclusión:

no es que no haya habido una revolución en el siglo XX. Hubo una, y triunfante. La hubo y la hizo la burguesía. Hablamos de la revolución comunicacional, la de la técnica, la de glorificación de la tecnificación del mundo y de la comunicación entre los hombres, y que tiene por finalidad colonizar la subjetividad de los sujetos. La idea de Foucault en su trabajo Sujeto y verdad, es la de jugar con las dos palabras: sujeto-sujetado. La palabra sujeto que hace referencia a la subjetividad y a la dignidad del sujeto libre, esbozado en la filosofía sartreana en El ser y la nada y en Críticas de la razón dialéctica, dos grandes obras filosóficas del siglo XX. Ese sujeto libre es hoy el objeto de la revolución comunicacional. Se trata entonces de sofocarlo, de poner en él las ideas del poder. El poder comunicacional tiene como finalidad la colonización de los sujetos: ¿Hay una verdad en este mundo? ¿Existe la verdad? ¿Hay una verdad única? ¿Hay una verdad para todos?

Durante la Edad Media eso estaba claro: el revelador de la verdad era Dios, y la encargada de diseminar la verdad del dios cristiano era la Iglesia católica. La verdad era la que revelaba Dios. Hoy, ante la persistente ausencia de ese dios medieval ¿dónde está la verdad? ¿quién la tiene? Es complejo, pero no tanto.

La verdad es una creación del poder, de quienes tienen más medios para imponer su verdad como una verdad absoluta. Si yo en un país cualquiera soy propietario o tengo intereses en diez diarios, veinte radios y cinco canales de televisión, con esas armas, tengo muchas bocas de salida para emitir y amplificar mi verdad a través de esos medios de comunicación. A la mañana usted lee mi verdad porque yo soy el dueño de los diarios de la mañana. A la tarde, escucha también mi verdad en las radios de mi propiedad. Yo tengo un monopolio mediático, muchas bocas que emiten y repiten lo que a mí me interesa que sea emitido y repetido. Es decir: los medios son la mediación -valga el juego de palabras- por la cual el monopolio mediático impone la verdad. Y esa verdad favorece a sus intereses. Siempre.

No hay verdad que no esté al servicio de los intereses de aquel que quiere imponerla. La existencia es una lucha de verdades. Hay una frase de Nietzsche, del cual soy adherente, que dice: “No hay hechos, hay interpretaciones”. O sea: de cada hecho habrá tantas interpretaciones como grupos interesados en interpretarlo que existan en la realidad. Si yo consigo dominar o tener la mayoría de los medios de comunicación, de cada hecho, de cada suceso, voy a imponer mi opinión por sobre todos los demás, hasta llegar al triunfo total del poder mediático: la creación del sentido común. El sentido común es la gran conquista del poder. Es cuando todos repiten, muchas veces sin pensar lo que repiten, lo que al poder le interesa que digan. Estamos muy acostumbrados a que existan muchísimas concepciones ya formadas, frases hechas, interpretaciones incorporadas, que son las del sentido común. La lucha por la verdad es la lucha por el dominio de imponer mi interpretación de la realidad por sobre la del otro. Entonces, cuanto más bocas de salida informativa, de entretenimiento, de todo lo que sea masivo yo tenga, más fácil me resultará imponerme sobre el otro.

El poder es conquistar, es conseguir que mi verdad sea la verdad de la mayoría, y si es posible, de todos. Esta es una lucha que todos los medios de comunicación están empeñados en ganar, y es el gran triunfo de la burguesía mediática del fin del milenio y sobre todo de esta primera década del siglo XXI. Cuando por ejemplo, Jean Baudrillard –filósofo francés- escribe “la Guerra del Golfo no ha tenido lugar” es porque nosotros de la Guerra del Golfo sólo hemos visto fuegos artificiales. ¿Por qué? Porque el poder mediático nos mostró eso. Nos diagramaron, nos dibujaron, nos penetraron, nos conquistar la conciencia.

La estrategia consiste en que el otro no piense sino que todo lo que reciba de información sea pensada e interpretada por el poder.

Este poder mediático reside en el Imperio. Y ahí están Murdoch, la Disney, la News Corporation, Silvio Berlusconi...

Ahora entramos en un tema complicado, que se resolvería con un poco de sentido común. ¿Existe el periodismo independiente? Partamos de la base obvia de que no hay empresa periodística que no sea una empresa. En consecuencia, el periodista que entra a trabajar en ella, entra sabiendo de antemano para qué intereses va a trabajar. Cada empresa se constituye con determinados capitales y con determinada ideología. Porque el dinero tiene ideología. El dinero no es a-ideológico. Todos los que ponen dinero tienen una manera de pensar. Ahora, salvo que alguien entre a trabajar en un medio lateral, clandestino, hecho en el sótano de alguna abuela, cuando un periodista trabaja en una empresa de medios que tengan influencia decisiva sobre la opinión pública, para poder formarla, deformarla, transformarla o aniquilarla, está destinado a “obedecer” a los intereses que conforman esos medios.

Ejemplo: cualquier periodista que entre en un medio, habla primero con el director periodístico, que no es el dueño de la empresa sino simplemente un tipo que hace una tarea burocrática muy bien hecha, que tiene autoridad, gran experiencia profesional y demás virtudes. Pero habitualmente el periodista empleado desconoce quiénes son los dueños de los medios y no tiene relación con ellos. Este periodista entra, y el director le dice: “Acá se labura mucho, vas a estar bien, vos trabajá”. Entra en la sección Espectáculos, para seguir con el ejemplo. El jefe de Espectáculos le dice a su vez: “Andá a ver Acariciame el traserito, Raúl, una obra culta que acaba de estrenarse en teatro”. El periodista pregunta: “¿Puedo ir a ver también Hamlet?”. El Jefe insiste: “No, andá a ver esta y danos tu valiosa opinión”. El periodista va a verla, y observa que es una basura. No hubiera querido ver lo que vio. Vuelve a la redacción, se sienta frente a su computadora y escribe lo que le pareció la obra. “Una vez más la banalidad y la grosería se han adueñado de una de las salas porteñas, y cunde el mal gusto, sin talento, el autor no sabe escribir…” Cuando el jefe de Redacción la lee, va empalideciendo y le dice: “¿Estás loco? Vos no sabés que Acariciame el traserito, Raúl, lo produce este diario? Si lo produce el diario, no podés describirla así, por lo tanto si querés seguir laburando en este diario hacés otra crítica o rajate, no podés decir esto de una obra que produce este diario, porque este diario quiere que a la obra le vaya bien, asi los dueños ganan más guita, y a lo mejor nos suben los sueldos a todos. Me pones nervioso con tu pretendida libertad individual. Venís a tirar abajo una obra, sí, será una basura, pero la produce esta empresa”. “Ok. Escribo otra cosa”, dice el muchacho. Escribe algo.

Los lectores avispados, se dan cuenta del negocio encubierto que esconde el diario y que trasciende sus páginas, pero la mayoría, los que están “boludizados” por los medios, el 90 % más o menos de la sociedad, se lo cree. Entonces un marido cualquiero le dice a su mujer: “Querida, mirá, acá hay una crítica bárbara en este diario sobre la obra Acariciame el traserito, Raúl. ¿Vamos a verla?” En El ciudadano, la película de Orson Welles, hay una escena extraordinaria: el personaje Charles Foster Kane, que hace Welles, basado en el magnate de la prensa Williams Randolph Hearst, que dirige el diario Inquirer, un medio con gran poder sobre la sociedad neoyorquina sobre todo, quiere imponer a toda costa a su mujer como cantante de ópera. La mujer se llama Susan Alexander. El tipo le pone grandes maestros de ópera a su disposición, y todos se rinden ante la falta de aptitudes de ella. Cuando están por rendirse, entra Foster y les dice que sigan, que insistan, que le enseñen. Como les paga muy bien, los tipos siguen. Se estrena la ópera. Susan Alexander canta, y el periodista crítico de música del diario de Kane, mientras la escucha, se da cuenta que es pésima, que es una imposición, una arrogancia del poder megalómano de Kane, del tipo que dice, “hago lo quiero, les haré comer que mi mujer es una gran cantante de ópera, porque yo dirijo este diario y porque hago lo que quiero con la realidad: mi mujer será una gran cantante de ópera”.

El periodista, vuelve a la redacción del Inquirer, borracho, angustiado, porque tiene que hacer su trabajo sucio. Susan Alexander le pareció una calamidad: no puede cantar ni el arroz con leche, y él sabe que su jefe quiere que salga publicado que es eximia de la lírica. Pero no lo puede decir, su honestidad no se lo permite, y sabe que entonces perderá su puesto de trabajo del que vive. Se sienta a su máquina y empieza a escribir: “Hemos visto un espectáculo deprimente en el Teatro de la Ópera, donde una cantante mínimamente dotada intenta arias destinadas a grandes cantantes que ella no puede abordar de ningún modo…”. Vencido por el alcohol, se cae sobre el teclado de su computadora. Entonces entra a la redacción Charles Foster Kane, y lo ve a su amigo borracho sobre la máquina, lo aparta afectuosamente porque son amigos –con él fundaron el diario- y comienza a leer lo escrito. Se sienta, y sigue escribiendo la nota él. Llega el jefe de redacción del diario, y le dice: “Charles: ¿qué estás escribiendo? Estás escribiendo lo que él no habría escrito, que Susan Alexander es una gran cantante, y vas a poner la firma de él y lo vas a traicionar porque jamás habría escrito esto. Kane no le dice nada, sólo sigue escribiendo. El otro se asoma y lee. Kane escribió exactamente la nota que habría escrito su amigo. Escribió: “Susan Alexander es una cantante escasa, mínimamente dotada, ha destrozado la obra, y no tiene futuro porque carece por completo de talento”.

Este gesto de grandeza no es habitual en los medios de comunicación poderosos e influyentes. No lo esperen. Pasa sólo en las películas. En general, a este periodista que escribía esto, lo echan del diario como a un perro y llaman a otro que escribe algo exasperadamente meritorio. Entonces: ¿existe el periodismo independiente? No.

Las que son independientes en este mundo, son las empresas, pero no crean que cada empresa a su vez es independiente en sí misma. Las empresas ya no existen. Existen los monopolios. El capitalismo del siglo XXI es un capitalismo monopólico. El mercado libre tampoco existe porque es devorado por las grandes empresas. No existe la libre competencia, porque ésta es eliminada en beneficio de la concentración empresarial y la creación de oligopolios, hasta que el mercado queda reducido a un grupo de cuatro o cinco grandes grupos que lo dominan por completo, que fijan precios, que se ponen de acuerdo con la política que hay que adoptar, comparten hasta los títulos, y hasta pueden llegar a aburrir a sus lectores sin que les importe demasiado. Es horrible leer dos o tres diarios y ver en todos lo mismo. Cuando esto ocurre, puede ser contraproducente, porque se genera un efecto paradojal: empieza a erosionarse la credibilidad de esos grandes medios monopólicos de comunicación.

Entonces: no existe el periodismo independiente ni tampoco las empresas independientes. Lo que existen son los grandes grupos mediáticos. El señor Murdoch tiene el Canal Fox, el Times, el New York Times y montones de negocios que todos desconocemos: no sabemos cuántas acciones tiene en grupos mediáticos de la Argentina, pero no sería raro que tuviera el 51 %, con lo cual conseguiría dominar también a esa empresa. Se dice además que Murdoch es quien dirige a la Sociedad Interamericana de Prensa, lo que indicaría que habría que hacer algo con la SIP, porque si realmente la dirige Murdoch, nadie debería creer que la SIP favorezca a los países de América del Sur.

Volviendo al periodismo independiente puede existir sólo cuando se producen algunas filtraciones, algunos descuidos, o cuando es bien aceptado por la sociedad.

Por ejemplo: puede ocurrir que haya momentos de mayor tranquilidad política que los actuales, quizá porque se están tocando algunos intereses, pero en determinados momentos puede ser que un diario muy importante de derecha diga: “necesitamos incrementar nuestras ganancias”, y entonces algún brillante ejecutivo, -como Michael Douglas en el filme Wall Street- le conteste: “ Mire, hay un mercado para ganar, casi 600 mil personas, todas de izquierda. Es una lástima despreciarlos como lectores”. El director del diario, atado a viejas concepciones, le dice: “ ¡Pero son zurdos!”. “Sí, zurdos, pero no pasa nada, podemos ganar guita con éstos. Le hacemos un diario, les financiamos un diario y que digan lo que quieran. No va a pasar nada, porque no serán nunca influyentes, y nosotros vamos a captar un mercado sin dejarlo librado a nadie. Hay algunas cositas estudiantiles, pequeñas cooperativas, hagámosle un buen diario, que digan lo que se les cante, que debatan los intelectuales con buenas plumas sobre Marx”. Así, un diario de derecha financia a un diario de izquierda porque capta un mercado que no lo tenía cautivo. Sale el diario, obviamente no se dice qué intereses lo financian y cuáles son sus objetivos reales. Si yo fuera el director de un diario de izquierda y viene un empresario o un sector política de la derecha a decirme le pongo dos palos verdes para que usted haga un diario de izquierda, porque yo necesito las ganancias de ese mercado, yo acepto porque sino no podría sacar el diario. Y apelaría a que me financie mucho tiempo, y mientras tanto podré seguramente encontrar alguna hendija a través de la cual decir algunas verdades. Y uno nunca sabe cuándo una verdad prende o no prende, cuándo escapa a los controles del radio intelectual del poder, de modo que acepto y saco el diario. Pero ese diario no es periodismo independiente. Te dejan, por momentos, ser independiente. Cuando se dan cuenta que los empezás a joder, se acabó la independencia. Ahí encontrarán algo para ensuciarte, porque una de las grandes maniobras que ejerce el poder mediático y la concentración de ese poder en pocas manos, es la de aniquilar a otro medio o a una persona determinada.

Y para ejemplo tenemos el caso del doctor Raúl Zaffaroni, juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, contra el cual se han lanzado los medios hegemónicos a aniquilar esa figura eminentemente moral, nombrada es cierto por un determinado gobierno, pero una figura autónoma, digna, coherente, defensor de los Derechos Humanos.Pero el objetivo de los monopolios nacionales fue aniquilar a un tipo que está siempre tocando intereses. Porque mientras uno no toque intereses lo van a dejar hablar y hasta le pueden financiar un diario, pero cuando lo que uno hace fructifica, aviva a demasiadas personas, ahí la cosa se va poniendo más compleja. No digo violenta, pero la financiación ya no va a venir: la empresa líder que financiaba va a echar al sujeto que dice inconveniencias a través de su pluma ágil o su micrófono y lo mandará a su casa. Aquí su libertad se terminó. El periodismo libre que tenga alguna influencia importante en la sociedad, es parte siempre de grandes empresas, donde no hay libertad del individuo. Lo que existe es la libertad de los intereses de esas empresas.

En consecuencia, los periodistas que no estén dispuestos a expresar o al menos no atacar los intereses de quienes los contrata, van a permanecer. Aquellos que se salgan de una línea divisoria claramente establecida desde el principio, se van a tener que ir.

En cuanto a las empresas, tampoco siquiera sabemos cuáles son las independientes. Si bien en algunos casos podemos saber quiénes son los dueños, desconocemos quiénes son los dueños de los dueños de los dueños. Y esa es una cadena, en un mundo globalizado como este. No sabemos dónde está el dueño de un diario, quizá en Japón, en Islandia, en China.

Charlaba hace poco con un alto funcionario de la empresa XEROX y me dijo algo que me quedó grabado y que dejo como conclusión a este análisis: “Cualquier cosa que yo decida esta noche, tendré que consultarla con un hombre que está en un país remoto, y que probablemente ni siquiera sepa dónde queda la Argentina”. <



Publicado en "Tiempo Argentino" del 28 de agosto de 2011

Versión digital tomada del blog :

http://aballay-calidejacobacci.blogspot.com/2011/08/la-revolucion-comunicacional-por-jose.html



Andanzas mediáticas, por Eduardo Aliverti (para “Marca de Radio” y “Página 12”, 27 y 29-08-11)

Arriba : La verdad se puede hacer tapa. o se puede tapar.


A dos semanas de un resultado electoral aplastante, se confirmó que la gran pregunta de coyuntura era, nomás, cuál actitud mostrarían los protagonistas comunicacionales de la oposición. Bajo otras circunstancias, ese interrogante tendría un tono menor. Sin embargo, siendo que el comando opositor pasa por el entramado de las grandes corporaciones de prensa y propaganda, la relevancia del dato es significativa.
Se impone repetir que el intríngulis mediático es muy complejo. Bajar los decibeles de confrontación permanente podría parecer un gesto de humildad frente a la derrota; pero de autenticidad muy dudosa, al cabo de una campaña feroz en la que se expusieron convencidos del ocaso kirchnerista. Y persistir en la propalación de un clima social angustiante sería reiterar la táctica que los condujo al papelón. Si las fuerzas y dirigentes vencidos tuvieran otra estatura, capaz de asumir sus tremendos errores y de plantar una nueva agenda propositiva, tal vez los medios de la furia antioficial encontrarían una salida a ese laberinto: podrían dedicarse más a reflejar ese escenario que a perdurar en el Todo Negativo. Pero es una alternativa irreal por dos motivos subsecuentes: (a) la oposición ratificó en estos quince días que es un cambalache, tiró la toalla y admitió en forma pública que su único objetivo es ingresar cargos legislativos, y (b), aun cuando no fuere así, la prensa a que se alude carece de todo espíritu altruista para contribuir a un debate profundo sobre el horizonte de país. El kirchnerismo afectó símbolos muy fuertes de la clase dominante y está claro que no les causó ninguna gracia. Pero el desencadenante del rencor periodístico fueron las medidas y gestos que afectaron sus negocios, tanto de manera puntual como por la determinación y amenaza que eso representa contra sus intereses. Estatizar la televisación del fútbol, la ley de medios audiovisuales, el reimpulso a las investigaciones sobre el origen de Papel Prensa y la reapropiación pública del sistema jubilatorio fue un paquete que no imaginaron ni en sus peores pesadillas. Más todavía, ni siquiera entre los propios simpatizantes de la etapa abierta en 2003 se pensó que decisiones de esa naturaleza serían posibles. Y muchísimo menos al cabo de los fracasos oficialistas en el conflicto con “el campo” y en las elecciones de 2009. Se dedujo que esos avatares desfavorables implicaban una capitulación segura, y fue todo lo contrario porque el Gobierno fugó hacia adelante. Eso colmó el límite de la tolerancia para las corporaciones mediáticas –para una de ellas, esencialmente– y ya no hubo retorno ni semeja que vaya a haberlo, aunque toda la información obrante da cuenta de un estado revulsivo, tras las PASO, en los vértices de los órganos ultraopositores. Por cierto, nadie les pide que dejen de situarse como antagonistas. Hace muy bien que no haya una prensa de discurso único. Y tampoco tienen por qué renunciar a sus convicciones... si acaso fue honestidad intelectual el motivo de su enfurecimiento contra el oficialismo. ¿Quién no ha vivido resultados electorales adversos a sus preferencias, tanto o más contundentes que los de hace un par de domingos, y no por eso abandonó sus creencias políticas? Lo que exige la ética es que no inventen, nada más.
Pero es difícil que el chancho chifle. En lo estructural, porque los medios de comunicación dominantes, aquí y en todo el mundo, responden hace tiempo a una lógica que, antes que reflejar realidad, intenta producirla. Es –hoy encuentra barreras, aisladas– el fruto de la hegemonía de derechas. Las organizaciones mediáticas, por presión de su propio peso como abarcadoras de otros varios negocios anexados al periodismo, operan construcción de sentido. Un sentido jamás contrario a la ideología de maximizar sus ganancias, a costa de acompañar y estimular lo que sea necesario: exclusión social, concentración del poder económico, dibujos apocalípticos si alguna corriente popular los intimida. Y en lo episódico, en nuestro país, la ausencia de opciones opositoras no hace retroceder sino que potencia esa maquinación mediática. Hasta pareciera que, a mayor aislamiento discursivo porque encima carecen de intelectuales respetables, más grande es su obsesión. El punto es horadar y destruir a como dé lugar y, por tanto, las armas nunca pueden ser limpias. Si se recorre la dieta noticiosa posterior a las elecciones primarias, es probable que primero se advierta el intento de jugar hacia los costados a través de amplificaciones lacrimógenas y sensacionalismos varios. Incluso podría anotarse que la fortísima reaparición del caso Alfano-Massera atenta contra las pretensiones olvidadizas, respecto de los horrores y patetismos de la dictadura, porque le pone un poroto al ánimo oficial de no olvidar ni perdonar. Pero, raspando no mucho y a medida de penetración en el área estrictamente “política”, se verá que ni chancho chiflando ni mona vestida seda. No lo único, aunque sí lo más grosero, fue el manipuleo en torno de la declaración de bienes presidencial. Se tituló de modo aparatoso que el patrimonio de Cristina aumentó un 27 por ciento en 2010, cuando el mismísimo copete de la noticia aclaraba que la cifra incluía los bienes de Kirchner porque aún no concluyó el juicio por su sucesión. Alucinante. Dan ganas de rendirse a señalar que uno nunca vio una cosa así. Y no termina ahí. En ninguna de las crónicas sobre las declaraciones juradas de los funcionarios hay soporte informativo para colegir que hubo incremento ilícito de sus pertenencias. De esto estamos hablando. No de cuestionar el derecho a ejercer una oposición legítima, bien que sí de no pararse en un pedestal abstracto de periodismo independiente. Incluso es justificable que militen por ese brío conceptual. Pero no es eso. Estamos hablando no ya de que meten los goles con la mano. Lo hacen cuatro metros en orsay, tras moler a patadas todo rasgo de verdad para después quejarse de que hay un clima de crispación.
También merece un párrafo el título de la inquietud empresaria por las “deficiencias” de la economía, que fue simultáneo a la columna del titular de la UIA, en este diario, avisando que “aquel 2001 del blindaje y el déficit cero, del que se cumple una década este año, nos hizo vivir aprisionados en un discurso sordo e intransigente que se originaba tanto fuera como dentro del país (...) Hace falta entender que nuestra salida –como deberá ser la de ellos– se logró a partir de un diagnóstico de la economía real y no gracias a ninguna ficción financiera”. Lo firmó José Ignacio de Mendiguren, no Hugo Chávez. Pero los medios siguieron andando por la nerviosidad empresaria. Es decir, el símil de la versión operada del voto campestre que hundiría a Cristina. Fue asimismo como los “graves” errores en el escrutinio, “denunciados” por un juez electoral, cambiaron en la bajada a “equivocaciones horrorosas”. Vamos a Perogrullo. Si es grave, hubo fraude escandaloso. Pero si es por pifies en los telegramas, que picarescos o involuntarios en algunos casos beneficiaron a la oposición, no pasó nada que amerite, ni por asomo, un título central de portada. La pretensión de instalar una idea de fraude, tras comicios en que del primero a los segundos hubo casi 40 puntos de distancia, habla de una dirigencia opositora lamentable con una dirección periodística peor.
La buena noticia es que todo esto sirve para demostrar o ratificar que no existen los medios de comunicación todopoderosos. Y la advertencia es que eso es así mientras haya un proyecto político firme, que la mayoría de la población asimile como imprescindible para su beneficio. Vuelta a las perogrulladas: apenas ese designio tenga algún quiebre, los vencidos de hoy serán los vencedores de mañana.

Publicado en :
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-175594-2011-08-29.html



COSCIA : “Cuando no se asume la conflictividad, entramos en la idea del fin de la historia”, entrevista de Miguel Russo para "Miradas al Sur"28-08-11


Entrevista: Jorge Coscia, secretario de Cultura de la Nación



Miradas al Sur. Año 4. Edición número 171. Domingo 28 de agosto de 2011
Por
Miguel Russo
mrusso@miradasalsur.com



“Cuando no se asume la conflictividad, entramos en la idea del fin de la historia”, asegura.





Sale de un reciente libro de artículos, La encrucijada del Bicentenario, y está metido de cabeza en otro: su primera novela (aunque tiene otra que nunca quiso publicar y de la que prefiere guardar silencio). Quizá todo, en Jorge Coscia, secretario de Cultura de la Nación, esté encuadrado en el subtítulo de sus ensayos: apuntes para comprender y profundizar el proyecto nacional y popular. Por eso es inevitable que mencione la historia de su próximo Juan y Eva: “Estoy haciendo las correcciones finales. Primero, el 15 de septiembre se estrenará la película que está basada en esa novela, la historia de amor entre Perón y Eva Perón. El film es como la punta del iceberg en 100 minutos de la novela. El libro, que saldrá en un mes y medio, entra en el quién es quién, en todos los detalles minuciosos. Podría compararla con esa combinación que tiene la novela de ficcionar sobre fuente histórica”.




Miguel Russo–¿La escribió en primera persona?



Jorge Coscia–No, no. El que narra es alguien omnipresente. Hay citas textuales de algunos, relatos de terceros, mucha fuente histórica.



M.R.–¿Cómo remedió las ganas de ser Perón o Eva en una novela?



J.C.–Son personajes muy distintos a mí. Tuve identificaciones, claro: la oratoria, la política, pero son muy distintos, y es otra época. Me gusta más vivir la escritura como una invasión a otras vidas. Este trabajo requirió mucha investigación. Y descubrí datos inéditos. Por ejemplo, la hipótesis de que Eva tuviera síntomas de su enfermedad ya en 1944. Otro descubrimiento fuerte es que la policía de Perón investigó a Eva en ese mismo año.



M.R.–¿Una investigación mandada por Perón?



J.C.–No, el documento tiene un sello de “investigación no solicitada”. Quien la hace es un íntimo amigo de Perón, Velazco, uno de los pocos tipos que Perón tuteaba, que había sido compañero de habitación en el colegio militar. Velazco, que iba ser gobernador de Corrientes y era, en 1944 y 1945, el jefe de la Policía.


M.R.–Con relación al cáncer que padecía Eva, y más allá de los alcances de la medicina por entonces, ¿por qué supone que no trató la enfermedad antes?


J.C.–La mujer anterior de Perón, Aurelia Tizón, se había muerto de cáncer de útero. Eso es un dato concreto. Ahora, como novelista, me metí en la cabeza de Eva, en el espanto que le debe haber producido pensar que ella podía tener lo mismo. Ahí es donde entro de lleno en lo ficcional. Meterme en la cabeza de ella, imaginar su doble temor: a la enfermedad y a comenzar una relación con la idea de que su marido va a tener que enfrentar de nuevo la pesadilla de una enfermedad mortal.


• La política y las ideas


M.R.–El primer peronismo no tuvo un gran apoyo de los sectores culturales. Si bien hubo personas como Arturo Jauretche o Enrique Santos Discépolo, entre otros, parecen ser casos excepcionales.


J.C.–Aquel peronismo generó un cambio estructural en los sectores de trabajo y medios. En el plano de lo simbólico, hay muchas cosas que cambian con el golpe del ’43 y el GOU. Dentro de ese frente militar que era el GOU, antiimperialista, de espíritu moralizante, Perón formaba parte del grupo más pragmático. Logra armar un sistema de ideas, y lo va conformando con los cuadernos de Forja y los escritos de Jauretche como principal fuente inspiradora. Perón tenía una política de estado cultural muy propia del tiempo, con la comunicación manejada y utilizada como una herramienta política. Y eso era así en todo el mundo: en los Estados Unidos estaba Mc Carthy, en la Francia democrática estaba la política represora imperial en Vietnam y Argelia, en la Unión Soviética estaba Stalin con millones de muertos, en España estaba Franco.


M.R.–Es decir, casi una imposibilidad el hecho de pretender una política cultural moderna o, aunque sea, liberal.


J.C.–Claro. Eso generaba una distorsión donde los sectores medios adherían a ideas simbólicas inexistentes, pretensiones de libertad aisladas de lo popular. Había una hegemonía cultural: la de 20.000 familias que había desplegado un universo letrado en torno de la revista Sur, a los suplementos culturales de La Nación y de La Prensa, generando una especie de dominio del imaginario de los sectores medios altos y parte de los sectores medios. Perón confiaba mucho en sus políticas sociales y confiaba mucho en su capacidad de convencimiento. En el ’45 da discursos a los estudiantes por la radio y son un tanto ingenuos.


M.R.–¿Por qué?


J.C.–No entendía que lo simbólico ahí funcionaba de otra manera. Que no era fácil desmantelar la colonización pedagógica advertida por Jauretche. Que esa hegemonía cultural era muy fuerte, a tal punto que perdura aún en enormes sectores de la población.


M.R.–Dejando de lado la primavera camporista, esa relación poder/intelectuales siguió enfrentada durante los gobiernos peronistas. ¿Qué pasó en la sociedad argentina que hoy el grueso del campo cultural apoya este proyecto?


J.C.–El kirchnerismo tiene sus raíces en el peronismo pero entra en una suerte de actitud superadora con muchos elementos como derechos humanos, profundización de las libertades, no condicionamiento de la justicia, de la Corte Suprema, una intensa actividad cultural que tiene su base en la gestión abierta, democrática y no condicionante por parte del Estado. Esto ganó la voluntad de esta vanguardia de las clases medias que son los artistas. Se expresa plenamente en el canto popular y en grupos como Carta Abierta y con cierta lentitud y escepticismo en algunos lugares del campo literario.


M.R.–¿A qué se debe ese escepticismo que usted manifiesta?


J.C.–Al apego a lo que dice La Nación o diceÑ. Ese escepticismo está muy ligado a que el poder artístico-cultural se reparte en otros lados.


M.R.–Convengamos que también hay una cierta cuota de estupidez en eso de no convocar a los intelectuales por creerlos “astillas de otro palo”.


J.C.-Sí, la verdad es que de ninguna manera se puede crucificar a un escritor por hacer una nota para ADN o Ñ. Un caso concreto: Beatriz Sarlo tiene todo el derecho de expresar sus opiniones como las expresa. Eso es lo interesante del debate. Igual, aunque falte bastante, creo que hay un desarrollo muy grande y que hace falta un cierto coraje desde el campo intelectual para salirse y correrse del lugar que reparte el prestigio. Porque en la Argentina el prestigio es más importante que el dinero.


M.R.–En la Argentina y en cualquier lado. Es muy difícil encontrar un escritor de buen pasar por sus derechos de autor.


J.C.–Está bien, nadie se enriquece publicando libros. Quizás eso ocurra en los Estados Unidos o en Inglaterra, ya que el mercado de lengua inglesa es formidable.


M.R.–El mercado en lengua española también lo es, pero la Argentina perdió soberanía allí. Ya no somos, editorialmente, aquel país que descubrió a García Márquez.


J.C.–Nuestras principales editoriales no son puramente argentinas, son banderas extranjeras. Con todo respeto por esas editoriales, ¿no? Pero volviendo al kirchnerismo, hoy se vive una etapa de superación, una etapa que tiene dificultades mayores que las que tuvo Perón. Perón asumió en un país con recursos, un país al que el imperio le debía. Néstor Kirchner asumió un país destrozado. Ahí hay un valor importante. El kirchnerismo no podría haber existido sin el peronismo, pero me parece que el kirchnerismo recuperó al peronismo. En general, los movimientos nacionales, populares y democráticos del siglo XX claudicaron en América latina. El peronismo es uno de los pocos casos de perdurabilidad. Quizás sea por sus características de frente muy amplio que produce, como todo gran movimiento, desprendimientos. Todo el tiempo el peronismo genera ramas rotas que terminan en el piso, negando la raíz transformadora del tronco central. Ramas que tuvieron su momento de auge.


M.R.–¿Cómo incide en ese imaginario cultural del peronismo cuando aparecen tantas ramas rotas escindidas del mismo tronco? Rodríguez Saá, Duhalde, Menem, Das Neves, De Narváez: todos se proclaman como peronistas, y como los auténticos peronistas.


J.C.–Me parece que el kirchnerismo ocupa un lugar aglutinador de aquellos peronistas que abrevamos en las fuentes genuinas de transformación inicial, pero el kirchnerismo no se agota en el peronismo. Propone un frente nacional que incorpora a otros sectores de la sociedad, a desprendimientos de otros partidos.


M.R.–Esa transversalidad que había arrancado con Néstor Kirchner. ¿Decayó ese proyecto en determinado momento?


J.C.–Hay ciclos y etapas. La transversalidad siguió siempre. La Presidenta lo definió claramente en el acto de Huracán: somos un frente popular, nacional y democrático.


M.R.–Pero...


J.C.–Pero cuando uno analiza en la República, ve que los gobiernos son fundamentalmente peronistas o radicales, y que las corrientes progresistas no habían logrado hacer pie, ni siquiera en Capital. Hoy, esos espacios, en líneas generales los ocupa el kirchnerismo. Cualquiera puede decir que es peronista, patriota o republicano. El tema no es lo que se dice, sino lo que se es. Y uno no puede decir, como Duhalde, que es peronista y reunirse con la Sociedad Rural. Eso es no entender lo que fue el peronismo, que libera su combate fundamental contra un sector de la sociedad ligada a la producción agraria, egoísta, que estableció su alianza con los imperios en detrimento de producción industrial argentina. ¿Cómo pude decir un tipo que es peronista y después estar con la Mesa de Enlace negociando y planteando políticas de hambre?


M.R.–¿Son los mismos que levantan la bandera del regreso pacificador de Perón en el ’73?


J.C.–Perón viene tranquilo y a pacificar porque gana con más del 60 por ciento de los votos. Pero toda la historia del peronismo es una historia de conflictividad. Y el kirchnerismo es un gobierno que asume la conflictividad. Cuando esa conflictividad no se asume, entramos en la concepción del fin de la historia, que no es ni más ni menos que la hegemonía de los poderosos. Cuando un Gobierno niega la conflictividad, termina generando un estallido como en 2001.


• La batalla cultural


M.R.–Hay sectores que señalan ese concepto de conflictividad como crispación, como enfrentamiento por el mero hecho del enfrentamiento.


J.C.–Sí, pero es falso. El kirchnerismo asumió la conflictividad en dosis homeopáticas: el Fondo Monetario Internacional, los derechos humanos, la cuestión social con La Asignación Universal por Hijo, la desmantelación de las leyes de la dictadura y de los ’90. Es decir, asume el conflicto para reducir el enfrentamiento extremo y terminal. Cuando los gobiernos socialdemócratas de Europa quieren resolver la conflictividad a favor de los bancos y del sector financiero están generando y acumulando magma para un estallido superior al que todavía recién se expresa.


M.R.–“Conflictividad”, “combate”, “enfrentamiento”: son palabras que sectores de la oposición usan sin tener en cuenta las ideas que representan en sí mismas. En el debate cultural, ¿es preferible usar la palabra “batalla” o “transformación”?


J.C.–En primer lugar hay que aclarar que al asumir el gobierno se asume la conflictividad. Pero hay que comprender que estos últimos ocho años son el período menos violento de la historia argentina. Donde hubo menos muertes generadas por las luchas sociales políticas y con el Estado menos represor que se recuerde. Parafraseando a Zaffaroni: “Si hablan los muertos, éste es el período menos conflictivo de la historia argentina”. Las metáforas valen. Esto es como la Ley de Medios Audiovisuales: no queremos cerrar diarios y canales, queremos que haya otros, que haya más. No queremos cerrar espacios culturales que las elites abrieron en la zona norte de Buenos Aires para regodearse en su propia cultura. Lo que queremos es llevar la política cultural con mayor profundidad a todo el país. Queremos una cultura reparadora, inclusiva. Todo ser humano es creativo, y el ser humano creativo necesita generar y consumir cultura. Una sociedad que desarrolla ciencia y tecnología, desarrolla la creatividad.


M.R.–¿Sería oportuno tener una editorial y un sello discográfico estatal, o una incidencia mayor del Estado en los planes culturales, como ocurrió con el cine? Es decir, industrias culturales que creen catálogo, que se inserten en el mercado con un criterio más superador que el de la simple venta, que permitan la aparición de nuevas voces.


J.C.–Una película sale, como mínimo, un millón y medio de pesos. Allí el Estado cumple un papel fundamental. Sacar un libro o un disco tiene mayores posibilidades. Los problemas están en el mercado, en la distribución. Pero el Estado es el mayor comprador de libros de la Argentina: compra prácticamente un 20 por ciento de los libros que se venden destinados a distintas instancias. El Estado argentino es un gran estimulador de las industrias editoriales. Claro que el escenario actual es de desnacionalización de la industria editorial.Yo creo que todavía faltan algunas medidas de estímulo. La Comisión nacional de Bibliotecas Públicas edita libros, la Biblioteca Nacional y la Secretaría de Cultura, también. El mundo discográfico es más complicado: con un mercado que vive una crisis formidable de los soportes y con una polémica, difícil de resolver, entre la contradicción del derecho autoral y el libre acceso. Éste es un tema que tenemos que discutir en toda la sociedad y donde difícilmente haya unanimidad.


M.R.–¿Cómo se logra, entonces, desbaratar esa idea sostenida, entre otros, por Mario Vargas Llosa, de “el Estado no debe intervenir en la cultura”?


J.C.–Vargas Llosa, como muchos otros, es un activista de la hegemonía cultural global. Si el Estado se retira, sólo queda ser meros espectadores del mercado. Y eso atañe tanto lo cultural como lo social y lo político. En la Argentina, hubo muchos diarios que ayudaron a voltear gobiernos. El kirchnerismo dio vuelta el paradigma: se la banca. Y se la banca porque debate. Hemos sido David frente a Goliat en términos de comunicación. Comprendimos que una verdad de una hora desmantela cien horas de mentiras. La Presidenta lo marcó claramente: “Hay dos realidades, una virtual y otra real”. Si la realidad virtual estuviera más cerca de la real, en vez de 50 puntos hubiéramos sacado 60. Pero, claro, uno se sienta en un bar y allí está la tele clavada en TN. Falta, por supuesto, falta bastante, pero las distancias se achican cada día más.

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